Turismo espacial, a la rusa.




 El turismo espacial promete ser uno de los negocios más lucrativos en los próximos años a juzgar por la importante cantidad de empresas privadas que han iniciado ese camino. Es también una porción del gran negocio aeroespacial que aún no ha despegado, si se me permite el lugar común, y que por lo tanto está generando expectativas cada vez más importantes. Sin embargo los proyectos empresariales son cada vez más numerosos, y también un poco más realistas.



 Las primeras experiencias de este tipo han sido, a su manera por cierto, pioneras y casos aislados y sus protagonistas no son ni cosmonautas ni astronautas. Forman parte de una nueva categoría de afortunados viajeros espaciales capaces de pagar las importantes cifras involucradas: son los millonautas. El primer turista espacial fue el empresario Dennis Tito quién viajó a la ISS en 2001, seguido por el empresario francés Guy Laliberté en 2009.

  Orbital Technologies es el consorcio empresarial ruso que ha lanzado el año pasado esta iniciativa comercial, en la que participan la agencia espacial rusa Roskosmos, la corporación 'Energía', el TsENKI (Ministerio de Infraestructura Aeroespacial), y el Instituto de Investigación Biomédica, IMBP. El proyecto de OT se basa en la puesta en órbita de la CSS (Comercial Space Station, KKS Komércheskaia Kosmícheskaia Stantsia), una estación espacial comercial basado en los módulos SO utilizados en la Estación Espacial Internacional.

 El acceso a la CSS se realizaría mediante las venerables navez Soyuz, que transportan 3 tripulantes, uno de los cuales sería el afortunado turista espacial. Sin embargo, en las imágenes que OT ha mostrado se puede apreciar la posibilidad de que las PPTS, las naves de nueva generación que Rusia construye, también se podrán emplear en la CSS. En total la estación espacial comercial podrá disponer de hasta tres puertos de acoplamiento para naves Soyuz, PPTS o eventualmente cargueros Progress para el reabastecimiento de la estación.


 La noticia no es nueva, salvo por el hecho de que recién se han conocido algunos datos sobre los costos que tendría una estadía en la CSS, que según OT podría variar de entre 3-14 días, hasta 4-6 meses. Según se reporta en Spaceports una estadía de 5 días abordo de la CSS tiene un costo diario de 160.000 dólares, y el viaje en la Soyuz, de dos días de duración, costaría unos 800.000. Los costos no son coherentes con los que Roskosmos actualmente le cobra a la NASA, ni tampoco con los que le va a cobrar en 2016. Esto se debe a la duración de los vuelos de las Soyuz comerciales serán menores que las utilizadas para acceder a la ISS.

La novedad es la PPTS 'acoplada' a la CSS.





 El proyecto de OT es el más realista de todos los propuestos en materia de turismo espacial ya que se basa en tecnologías existentes, probadas y seguras, tanto en lo referente a la estación espacial, como a las naves de lanzamiento a utilizar.

 El aspecto crítico de todo esto es la rentabilidad de la empresa, que requiere que los pasajes y estadías no solo financien a las tecnologías involucradas, sino que además deben dar ganancias. Por otro lado el acceso de turistas al espacio no sólo está limitado por costo prohibitivo del mismo, sino además por el estado de salud de los aspirantes a millonautas. La ida al espacio podrá ser todo lo comercial que se quiera, pero ciertamente no es un crucero sobre el Caribe. El entorno de ingravidez, las aceleración experimentada en el lanzamiento y reingreso, y el ambiente crítico demandan un entrenamiento de cada turista que deberá ser optimizado. Así ocurrió en el caso de Tito, por ejemplo.

 Si la explotación comercial del espacio con fines turísticos es el medio para que acceda más gente al espacio o no está en discusión, sin embargo lo que no está en duda es que ya mismo estoy iniciando un proceso de ahorro compulsivo. Eso espero.

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