Pecha Kucha Montevideo
El pasado 17 de julio tuve el privilegio de participar como orador en la decimotercera edición del Pecha Kucha Montevideo. Luego de un proceso de dos meses de preparación, llegaron esos seis minutos y cuarenta segundos, en los que uno tiene que desarrollar una idea apoyado en veinte imágenes. Debo confesar que inicialmente la propuesta de Silvana Bergson y Eduardo Mangarelli me pareció una locura. Sin embargo, luego de conversar me quedó claro que había algo pechakucheable. Poder exponer sobre el trabajo que uno hace en un evento de esas características es un privilegio enorme, y le agradezco enormemente a los organizadores por la propuesta.
La idea de exponer sobre nanotecnología en un formato tan estricto y breve me hizo ver un desafío bien complejo que exigió al máximo mi amateur capacidad de divulgador. Si bien inicialmente no me costó concebir el esquema general de la presentación, rápidamente me encontré con dificultades a la hora de trabajar con las veinte imágenes. De las charlas con amigos y gente interesada y por mi breve experiencia divulgativa, tengo bien claro que el primer desafío al hablar sobre nanotecnología está en las primeras cuatro letras. Poner la escala nanométrica en perspectiva mediante comparaciones adecuadas es parada obligada y previa para introducir los conceptos siguientes que hacen a la magia de la nanotecnología. Afortunadamente con un adecuado soporte de imágenes es posible poner en perspectiva comparada la nanoescala y fijar ideas rápidamente. El viejo y menospreciado truco de comparar se torna en la mejor herramienta divulgativa para exponer las ideas básicas que hacen a la nanoescala.
Bajo ningún concepto quería recurrir a la idea de caja negra. En un sentido estricto, cualquier material que sea nanoestructurado presenta propiedades nuevas, y en el uso tecnológico de las mismas es lo que se da en llamar nanotecnología. Exponiendo esos conceptos se fueron las primeras cuatro imágenes. Además, había que dejar claro que el impacto de estos nuevos materiales y sus aplicaciones abarca a todas las tencologías conocidas, independientemente del grado de madurez de las mismas. Inexorablemente luego de esta necesaria e imprescindible introducción es necesario hablar de ejemplos. De no ser así las cosas pueden quedar mucho mas en el aire de lo que ya están. Además lo más interesante es qué cosas pueden hacer estas tecnologías y cómo van a incidir en nuestras vidas. Así entonces hablé sobre las nanopartículas de plata y su uso como esterilizantes, de los nanotubos de carbono y sus potenciales aplicaciones y, claro que si, de los nanorobots y nanomáquinas para tratamientos contra el cáncer. El último conjunto de ejemplos fueron nanopartículas para minimizar el efecto invernadero y mejorar la calidad del aire.
Creo que esos desarrollos mencionados resumen muy bien la diversidad de usos y el potencial de impacto de la nanotecnología. Opté por esos casos no solo por su evidente interés, sino especialmente por ser desarrollos nanotecnológicos, que aún en etapa de prototipo o prueba de concepto, poseen un nivel de desarrollo avanzado y suficientemente documentado. Otro objetivo que me propuse es jamás utilizar el concepto de innovación disruptiva, por su notorio desgaste y mal uso. Pero especialmente porque ese tipo de cosas no pasan en la innovación en general, mucho menos en la nanotecnología. De acuerdo al nivel global del desarrollo técnico y productivo de la nanotecnología, estamos muy lejos de experimentar un tipo de efecto explosivo en cuanto a su impacto y usos extensivos. Por otro lado, toda exposición sobre la nanotecnología choca con un muro inevitable y es la pregunta de "y esto para cuándo?". Es más que razonable esta cuestión, todos queremos vivir en el futuro. En este punto hay que ser delicado en el manejo de expectativas de todo tipo.
Es ahí entonces donde viene el necesario baldazo de agua de los problemas de escalado y producción masiva a la que se enfrentan la mayoría de los nanomateriales desarrollados. En general la mayoría de los usos nanotecnológicos se encuentran en etapas de desarrollo, prueba de concepto o prototipado. Pero además existe una barrera técnica de primer orden aún pendiente de superación que refiere al conjunto de problemas que la producción masiva de nanomateriales plantea. Hay que explicar eso claramente, mas allá que, por ejemplo en el caso de las aplicaciones biomédicas de la nanotecnología, los tiempos de desarrollo son similares a los de la industria farmacéutica convencional.
Luego de ese breve paréntesis introduje a los nano y aerogeles, materiales especialmente interesantes por su vasto espectro de aplicaciones. Ahí también había una buena historia: en un sentido estricto son los primeros nanomateriales "no descubiertos". Es decir, su hallazgo surgió mucho antes que la nanotecnología e incluso los modernos sistemas de caracterización física que progresivamente se introdujeron en las últimas décadas. Por si fuera poco el descubrimiento de este tipo de materiales fue producto de la apuesta entre dos físicos. De ahí pasé a desarrollar los aspectos más básicos del proyecto de desarrollo de prototipos en el que estoy involucrado.
Creo en eventos como los Pecha Kucha, asistí a muchos de ellos y siempre me pareció un formato interesante y útil. Es muy difícil seguir el hilo de numerosos presentadores por más de veinte minutos, casi una tortura en muchos casos. No sé porqué se siguen organizando instancias tan pesadas y poco amigables con los asistentes. En un evento PK se puede tomar contacto con diferentes presentadores e ideas en un lapso de tiempo más que suficiente como para mantener el interés y llevarse un buen bagaje de ideas para pensar más tarde. Esta vez me tocó estar arriba del escenario y ser parte del evento como presentador. Todo el proceso lo disfruté de punta a punta salvo un pico de estrés, nervios y miedo el fin de semana previo al evento. Cómo salió esta presentación lo dirá el video de la misma, apenas se publique lo compartiré por aquí. Reconozco que me da curiosidad verme en esos breves minutos. Espero ser lo suficientemente implacable con la crítica de la misma a efectos de perfeccionar el difícil arte de ser concreto, breve y aún así mantener el contenido de lo dicho.
Concebir esa charla fue todo un desafío, y por cierto hacerla ante 2.000 personas en el Auditorio Nacional del SODRE una de las experiencias más intensas que me tocó vivir. Sin la ayuda de los organizadores la presentación hubiese sido más pesada de lo que fue. Si la tuviera que hacer ahora probablemente cambiaría muchas cosas: demasiadas y muy densas imágenes técnicas, haría mucho mas suave la presentación de los detalles más técnicos y por cierto tendría menos nervios.
En suma, la experiencia estuvo bestial, aprendí mucho y espero apovechar todo ese nuevo bagaje en próximos desafíos.
Luego de ese breve paréntesis introduje a los nano y aerogeles, materiales especialmente interesantes por su vasto espectro de aplicaciones. Ahí también había una buena historia: en un sentido estricto son los primeros nanomateriales "no descubiertos". Es decir, su hallazgo surgió mucho antes que la nanotecnología e incluso los modernos sistemas de caracterización física que progresivamente se introdujeron en las últimas décadas. Por si fuera poco el descubrimiento de este tipo de materiales fue producto de la apuesta entre dos físicos. De ahí pasé a desarrollar los aspectos más básicos del proyecto de desarrollo de prototipos en el que estoy involucrado.
Creo en eventos como los Pecha Kucha, asistí a muchos de ellos y siempre me pareció un formato interesante y útil. Es muy difícil seguir el hilo de numerosos presentadores por más de veinte minutos, casi una tortura en muchos casos. No sé porqué se siguen organizando instancias tan pesadas y poco amigables con los asistentes. En un evento PK se puede tomar contacto con diferentes presentadores e ideas en un lapso de tiempo más que suficiente como para mantener el interés y llevarse un buen bagaje de ideas para pensar más tarde. Esta vez me tocó estar arriba del escenario y ser parte del evento como presentador. Todo el proceso lo disfruté de punta a punta salvo un pico de estrés, nervios y miedo el fin de semana previo al evento. Cómo salió esta presentación lo dirá el video de la misma, apenas se publique lo compartiré por aquí. Reconozco que me da curiosidad verme en esos breves minutos. Espero ser lo suficientemente implacable con la crítica de la misma a efectos de perfeccionar el difícil arte de ser concreto, breve y aún así mantener el contenido de lo dicho.
Concebir esa charla fue todo un desafío, y por cierto hacerla ante 2.000 personas en el Auditorio Nacional del SODRE una de las experiencias más intensas que me tocó vivir. Sin la ayuda de los organizadores la presentación hubiese sido más pesada de lo que fue. Si la tuviera que hacer ahora probablemente cambiaría muchas cosas: demasiadas y muy densas imágenes técnicas, haría mucho mas suave la presentación de los detalles más técnicos y por cierto tendría menos nervios.
En suma, la experiencia estuvo bestial, aprendí mucho y espero apovechar todo ese nuevo bagaje en próximos desafíos.
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