Carl Sagan y el 40 aniversario de las sondas Voyager
Set original de imágenes del punto azul pálido. Es nuestro Planeta tal como se ve desde 6.000 millones de kilómetros. Esa es la distancia a la que se encontraba la sonda Voyager 1 el 1° de febrero de 1990. La imagen de la Tierra es parte del retrato de familia solar, en la que se pueden apreciar además Venus, Marte, Saturno, Urano y Neptuno. Ampliar. Vía: JPL.- |
Ayer se cumplieron 40 años del lanzamiento de la sonda Vogayer 1. Junto con su nave gemela, Voyager 2, estas dos misiones interplanetarias cambiaron por completo nuestra visión del Sistema Solar. Con las Voyager exploramos los gigantes gaseosos que orbitan más allá del cinturón de asteroides, pero además se inició la era de la exploración espacial interestelar. Hace nada menos que 30 años, con el sobrevuelo de Neptuno, se daba por concluída la misión fundamental de estas naves. Hace tan solo cinco años atrás conocíamos nuevos y excelentes materiales gráficos de Júpiter. Los aportes al conocimiento de estas misiones distan tanto como ellas de la Tierra de estar agotados. Aún así, nadie duda de que la imagen de la Tierra que se obtuvo en 1990, el punto azul pálido, ha tenido una importancia histórica absolutamente trascendente para la Humanidad. Somos nosotros y nuestro entorno planetario cercano, a una distancia inimaginable, mostrando lo increíblemente pequeño que somos. Ningún otra imagen de la naturaleza nos ha permitido obtener una imagen de conjunto y unificada sobre nuestra condición de único planeta con vida conocido.
La imagen más célebre de las misiones Voyager: el retrato de familia de nuestro Sistema Solar. Ampliar. Vía: JPL.- |
Así, como en su momento, las imágenes captadas por los astronautas que viajaron a la Luna gneraron un profundo impacto, las obtenidas por la Voyager 1 son particularmente difíciles de igualar en un corto plazo. Quién logró captar la escencia de esta imagen, fue también su ideólogo: Carl Sagan propuso que la Voyager 1 realizara estas imágenes y resumió como nadie el significado de la misma.
Un reciente video de The Planetary Society recrea las palabras de Sagan en boca de Robert Picardo:
En otro video publicado se puede ver al mismísimo Carl Sagan presentando los hallazgos de la Voyager 1. El registro data del 6 de junio de 1990 y se puede ver a un Sagan profundamente político, con los pies muy en la Tierra preocupado por el armamento nuclear, el cambio climático, la pobreza y la injusticia. La misión de las Voyager nos recuerda nuestra frágil presencia en el universo. Y Sagan nos lo hace notar con el pesimismo de la inteligencia. Las palabras son breves, el video es corto y hay lugar para pequeños traspiés técnicos absolutamente habituales. Al final del brief Sagan hace gala de esperanza y cifra esperanzas en un nuevo orden mundial. No el nuevo orden que devino luego de los cismas políticos que por aquellos años reconfiguraron Europa, por cierto. Sagan tiene el admirable mérito de poner horizontes políticos profundamente significativos: entiende que la fraternidad entre pueblos y naciones será necesariamente condición para una exploración espacial profunda, que nos lleve a planetas y estrellas como ha soñado la Humanidad durante siglos. No hay una gota de ingenuidad en cada palabra pronunciada en ese breve reporte. Hay un llamado revolucionario a encontrar un destino superador a nuestra Humanidad en nuestro Planeta y el Universo que nos rodea:
Solo alguien como Carl Sagan, con sus palabras llenas de permanente futuro nos permiten homenajear a estas históricas misiones espaciales, aún activas. Sagan fue un maestro y además el más digno intérprete del mensaje que las Voyager nos enviaron.
Vía: The Planetary Society Blog.-
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