Informe 2018 sobre cambio climático y aumento de temperaturas globales: ola de calor
El último informe anual sobre el cambio climático no es nada auspicioso. El año pasado fue el cuarto año más caliente para nuestro Planeta desde 1880. Así lo consignan diversos informes independientes de la NASA, la NOAA y la Universidad de Berkeley, entre otros. Según el instituto GISS (Goddard Institute for Space Studies) de la NASA las temperatura global fue en promedio un 0.83°C más alta que el promedio de los años que van de 1951 a 1980. En pocas palabras y en términos globales, los últimos cinco años han sido los más calientes desde que se tiene registro.
La siguiente visualización de la NASA permite ver este proceso desde 1880 hasta hoy día en base a promedios quinquenales de temperatura:
Desde la década de 1880 la temperatura del planeta Tierra ha aumentado un grado celcius. Este aumento de temperatura se ha dado en llamar calentamiento global y se debe al incremento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera como consecuencia de la actividad humana. La variabilidad climática es un proceso al que nuestro planeta ha estado expuesto desde su origen, pero en este caso la intensiva actividad productiva del ser humano ha incrementado los niveles de dióxido de carbono atmosféricos en concentraciones que inciden en el calentamiento general de las capas de la atmósfera. De hecho a la formación de los depósitos de carbón se produjo en el período Carbonífero, hace unos 359 millones de años. De hecho en ese período nuestro planeta experimentó un descenso global de temperaturas, al límite de una glaciación.
La atmósfera terrestre es transparente a la radiación solar incidente, y esta calienta la superficie de nuestro Planeta. Todo cuerpo que absorbe radiación es capaz de irradiar en la misma longitud de onda, de manera que la tierra calentada por los rayos solares emite también radiación infrarroja que es absorbida por los gases de efecto invernadero (GEI). Entre los GEI que mas contribuyen al efecto invernadero se destacan el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, los óxidos de nitrógeno y el ozono.
Los GEI abosrben y emiten la radiación infrarroja terrestre, de manera que se disipa y emite a las altas capas atmosféricas y al espacio circunterrestre. Sin embargo la composición de la atmósfera cambia drásticamente a medida que aumenta la altitud. Las capas superiores de la atmósfera poseen menos presión y densidad de manera que son menos absorbentes y mas frías. De esta forma las capas inferiores mas calientes, están selladas por las capas superiores más frías: las primeras también emiten radiación infrarroja en todas las direcciones, contribuyendo así al calentamiento progresivo de las mismas.
En resumidas cuentas en eso cociste el llamado efecto invernadero, y la evidencia de su existencia es sólida y ampliamente aceptada.
El mapa resume la variabilidad climática durante 2018 comparada con los promedios regionales históricos. De no presentarse anomalía climática alguna, se espera que un 2,5 % de la superficie terrestre presentara desviaciones muy altas. Sin embargo para 2018 ese porcentaje fue de un 44%. En general las áreas terrestres limítrofes tienen un incremento de temperatura del doble comparado con las aguas oceánicas.Vía Berkeley Earth.- |
Los informes dados a conocer recientemente confirman la tendencia global de aumento de temperaturas. En 2016 se había alcanzado una meseta en la emisión global de dióxido de carbono: en los años previos no había aumentado la concentración de este GEI en la atmósfera. Sin embargo a partir de 2017 el nivel de emisiones aumentó. Según los últimos informes 2018 incluso aumentó la tasa de emición de CO2 respecto del año anterior. En 2017 el incremento de dióxido de carbono fue de un 1,6%, y en 2018 escaló al 2,7%. Según los informes del Global Carbon Project para 2019 se espera un incremento de las emisiones de GEI en un factor similar e incluso mayor.
Más allá de los datos y estadística de los parámetros atmosféricos, el cambio climático está caracterizado por efectos visuales muy concretos. Desde 2016 disponemos de evidencias que demuestran la reducción de la nubosidad en las latitudes medias y un aumento de la misma para latitudes altas. Asimismo se ha observado un incremento de las formaciones nubosas de gran altura en todas las latitudes. El cambio climático y sus efectos son visibles, sin importar la opinión, cada vez menos fundada de los negacionistas.
Las llamadas anomalías en las temperaturas promedio anuales son los indicadores mas precisos para caracterizar este fenómeno:
La anomalía global de temperatura se ha caracterizado desde 1850 hasta nuestros días: la tendencia de aumento es sólida y se aproxima a un aumento global de 1°C. Fuente: Berkeley Earth.- |
El consenso para empezar a mitigar el impacto del efecto invernadero considera no pasar el incremento global de temperaturas por encima de un 1,5°C. Es precisamente en muy poco tiempo en que según los modelos actuales y los acuerdos de París, deberá disminuir el vertido anual de dióxido de carbono. La estrategia incluye métodos de secuestro de CO2 de manera de estabilizar en primer lugar el vertido y luego mantenerlo constante o disminuirlo. El desafío es global e involucra numerosas soluciones tecnológicas que se están desarrollando para mitigar el impacto ambiental. El aspecto clave es el compromiso político de respetar los acuerdos de París y financiar el vasto programa que los mismos imponen a todos los firmantes.
Elaborado en base a informes de la NASA, Berkeley Earth y Carbon Brief.-
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