Más Júpiter gracias a Juno


El crédito de esta imagen corresponde a Séan Doran, y está elaborada en base a las imágenes enviadas durante el octavo perijovio de la sonda Juno. Se puede ampliar aquí. Vía: JunoCam.-


 El pasado viernes la NASA publicó nuevas imágenes de Júpiter tomadas por la sonda Juno. El plato fuerte de la misión no es la fotografía: Juno está concebida para el estudio en detalle de la estructura interna de Júpiter. Sus resultados científicos fundamentales serán poco visibles, por decirlo de alguna manera: el sistema de cámaras que porta no fue concebido para la toma de imágenes de gran resolución. Sin embargo, y por suerte, esto no es problema para conocer nuevos detalles visuales de Júpiter gracias a la existencia de una comunidad de curadores que se encargan de procesar las imágenes en crudo recibidas de la sonda. Este buen y sano ejemplo de ciencia abierta ha permitido conocer un nuevo Júpiter, y sus resultados mejoran en cada perijovio:

Imagen curada por Sean Doran. Click para ampliar. Vía: NASA.-

 Más allá de las imágenes, los datos enviados por Juno vuelven a poner el foco en las extraordinarias auroras polares de Júpiter, descubiertas por el telescopio espacial Hubble. A finales del año pasado Juno captaba los primeros datos de estos potentes fenómenos desde la órbita de Júpiter. El pasado 7 de setiembre conocimos datos realmente sorprendentes sobre las características generales de las auroras jovianas.
 Con los datos del espectrómetro ultravioleta y el detector de partículas de Juno (JEDI) se logró profundizar en el conocimiento de estos intensos fenómenos. En primer lugar, las estructuras del campo magnético más cercano a Júpiter son más débiles en cuanto a su intensidad y más desordenadas en cuanto a su estructura de lo esperado. En particular ha llamado la atención que los picos de energía de los electrones detectados son también más bajos de lo esperado, según los modelos previos utilizados.
 Aún así, y como es de esperar en el caso del planeta más grande del Sistema Solar, Júpiter posee las auroras más potentes y energéticas jamás detectadas. Los electrones acelerados por el campo magnético de Júpiter poseen una energía mayor a los 400.000 electron volts. Esto es, aproximadamente, entre 10 a 30 veces mayor a las energías detectadas en las auroras terrestres. Aún así, el mecanismo mediante el cual se producen estos intensos fenómenos no ha sido determinado.

Imágenes captada por el espectrómetro ultravioleta de Juno (UVS) correspondientes al polo sur (izquierda) y al polo norte (derecha). Se aprecia la intensidad de los espectros ultravioletas para energías altas (rojo), medias (verde) y bajas (azul). En rojo se representan las líneas del campo magnético de Júpiter, en base a modelos físicos. En traza azul se representa la posición promedio de las respectivas auroras. Imagen vía Nature.-

  Júpiter es un gran laboratorio para entender la compleja dinámica de las interacciones entre partículas y campos magnéticos. El interés del estudio de estos procesos abarca la astronomía profunda y también los fenómenos meteorológicos de nuestro planeta. El principal desafío que plantea el potente campo magnético joviano es el de poder diseñar instrumentos capaces de estudiarlo. Esto quedó patente con el primer encuentro de la sonda Pioneer 10, y produjo efectos que hicieron preocupar a los ingenieros en ocasión del sobrevuelo de las misiones Voyager. Juno ha sido diseñada específicamente para el estudio de estos campos. Todo el conocimiento generado a partir de estos estudios tiene, además de su interés fundamental, aplicaciones críticas en materia de diseño de equipos espaciales y de futuras misiones tripuladas a otros destinos del Sistema Solar.

 Mientras conocemos más sobre Júpiter, nos seguiremos maravillando con el intenso espectáculo de sus auroras polares:





 Elaborado en base a: NASA, Johns Hopkins University, Nature.-




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