¡ PAFATE !

Es noticia desde el pasado 10 de febrero el choque de los satélites Iridium 33, de los Estados Unidos y el Cosmos 2251 de Rusia se destrozaron mutuamente en plena órbita a más de 780 km sobre el cielo de Siberia. Se trata del primer incidente de estas características.Las probabilidades son realmente escasas de que este tipo de cosas sucedan, sin embargo las mismas tienden a aumentar críticamente a medida que se colocan en órbita mas y mas satélites. Las estimaciones habituales para un satélite tipo, a 400 km de altura, le otorgaban 15000 años a una colisión con un objeto de unos 10 cm. Desde los inicios de la Era Espacial se estima que existen en órbita unos 6000 satélites, de los cuales aproximadamente 3000 están activos. El resto, junto con otros componentes de lanzadores y restos de satélites se considera chatarra espacial, y es realmente un grave problema. Si bien desde hace tiempo se tiene certeza de que el principal problema reside en la saturación de la órbita geoestacionaria, la colisión se produjo en una órbita polar. De acuerdo a las últimas informaciones los restos no pondrían en riesgo a la Estación Espacial Internacional, aunque si hacen temer por la integridad de otros satélites que, en principio compartan el tipo de órbita con estos restos.
En la imagen se aprecia un impacto experimental de una esfera de aluminio de 10 cm de radio sobre un bloque de aluminio de 18 cm de espesor a una velocidad de 6.8 m/s. El impacto de los satélites de 800 kg se produjo a una velocidad de 8 m/s. Fuente: ESA
Los satélites involucrados son muy grandes, en el entorno de los 800 Kg, y estaban situados en órbitas polares. El satélite ruso hace 10 años que estaba inactivo, no así el satélite norteamericano que según se ha podido saber no recibió órdenes para modificar su órbita. Si bien la mecánica del choque en 3D puede ser un poco compleja se pueden obtener cierta idea de lo que la colisión dejó: más de 600 fragmentos de diversos tamaños que pasan a contaminar la órbita polar, y una explosión que se estima equivalente a 5 ton de TNT. Inicialmente se pensó en una cifra menor, pero luego de ingresar correctamente los datos se estimo esta cifra, ya que el ángulo de impacto de los satélites fue de 83º, un ángulo casi perpendicular. La velocidad relativa de ambos satélites fue de 8 m/s.
Una simulación permite tener una idea de la geometría del choque, la trayectoria de los restos originados, y su evolución.
En las imágenes los protagonistas: el Kosmos 2251, de Rusia, que pertenece a la serie Strela, se trata de un satélite de comunicaciones de uso militar, y abajo el satélite norteamericano Iridium, que curiosamente fue lanzado desde y por Rusia.
El Strela 3, aunque pertenece al tipo de satélite involucrado, dudo que se trate de este modelo.
Maqueta del Iridium.
Mas "cosas": Para más información sobre la colisión leer aquí en Discovery Se puede escuchar un eco de radar captado por la Fuerza Aerea de los EUA En esta web se pueden ver videos y una simulación con datos muy precisos Actualización: Eureka y Viajeros del Espacio

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
muy bueno el blog, y muy bueno el articulo che, un abrazo
Gabriel Garcia Sagario ha dicho que…
Gracias Santi. Viniendo de un Space Guard ese es todo un halago,

Abrazo!.-

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