En octubre de 1962, durante la crisis de los misiles de Cuba, un submarino soviético fue asediado por la Armada de los Estados Unidos en las aguas del Caribe. Los destructores norteamericanos comenzaron a lanzar cargas de profundidad. El capitán del submarino estimó necesario el uso de torpedos nucleares para destruir la flota enemiga. Para lanzar uno de estos debía haber acuerdo entre los tres oficiales de mayor rango en el sumbarino. Vasili Alexandrovich Arkhipov se opuso decididamente a esa opción, sosteniendo que se debía emerger, y esperar órdenes de Moscú. Se discutió, sólo la historia sabe en que términos se realizó ese intercambio de opiniones, y finalmente se impuso el criterio de Arkhipov. "La lección de todo esto", según dijo el ex director de la NSA Thomas Blanton en 2002 , es que "este tipo llamado Vasili Arkhipov salvó al mundo". Archivo Blanton . Archivo Arkhipov .